Cambiar un grifo, ya sea por estética o por necesidad, puede ser algo muy sencillo y que puedes hacer tú mismo, si sigues estos sencillos pasos.
Pero antes que nada, revisa que tienes todos los materiales y herramientas necesarias:
- Llave inglesa
- Llave de tubo
- Tornillo de sujeción
- Destornillador
- Tuerca de tamaño adecuado
- Cinta de teflón
- La grifería de tu elección
Asegúrate de la grifería que elijas se adapte a tus necesidades y comodidades, y que en la medida de lo posible ayuden a ahorrar en el consumo de energía y agua. Una vez nos aseguramos de que tenemos todo lo necesario, podemos empezar.
1. Cerrar el paso del agua
Asegúrate de que el paso del agua está cerrado para evitar sustos. A continuación, afloja los latiguillos de todas las llaves de corte y no te preocupes si sale un poco de agua, es normal debido a la presión.
2. Retirar el grifo antiguo
Con la llave de tubo, desenrosca la tuerca de sujeción del tornillo. Quita todas las partes de sujeción con una mano, mientras con la otra, sujeta el grifo para que no caiga antes de retirarlo.
3. No tirar las piezas que estén en buen estado
Así es, hay algunas piezas que estarán en buen estado y que puedes reutilizarlas para alguna reparación de emergencia. ¡No las tires si pueden tener una segunda vida útil!
4. Colocar el grifo evitando fugas de agua
Asegúrate de que el grifo tenga una junta de estanqueidad. Si no la tiene, utiliza cinta de teflón con la cual debes envolver la rosca en el sentido contrario a las agujas del reloj, esto evitará la fuga de agua.
Enrosca los latiguillos en la parte interior, puedes hacerlo primero con la mano y luego asegurarlos con la llave fija. Después, introduce el grifo en el orificio del lavabo, coloca la junta de goma, el acople de sujeción y la tuerca de apriete con la llave de tubo.
Para terminar, enrosca cada latiguillo a su toma de agua correspondiente apretándolos bien con la llave inglesa. Normalmente el de la izquierda corresponde al agua caliente, y el de la derecha al del agua fría.
5. Comprobaciones finales al cambiar un grifo
Una vez tengas todo conectado, comprueba que no haya fugas abriendo el paso del agua y comprobando el funcionamiento del grifo que acabas de instalar.
Con estos sencillos pasos estamos seguros de que serás capaz de cambiar la grifería de tu hogar con facilidad sin necesidad de recurrir a un fontanero. Pero, si quieres encontrar un profesional de confianza que te ayude con este trabajo, en Febelink podrás encontrar a los mejores fontaneros.
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